Al igual que con este blog, estoy buscando un medio de expresión digital con el que me sienta cómodo, y desde el pasado 15 de agosto, estoy subiendo algunas fotos a mi cuenta de Instagram. La mayoría, por no decir todas, son chorradas que se me ocurren, así que no os las toméis mucho en serio. Pero si queréis seguirme en la red social de la gente "cool" (lo moderno es colgar fotos envejecidas, incluso en blanco y negro), os animo a ello.
Cuando me aburra, la dejaré de usar, así que no prometo nada.
Acabo de ver Las ventajas de ser un marginado, y la recomiendo. No había leído el libro, pero sí he visto tropecientas veces el trailer en el cine donde me sorprendió ver a Emma Watson en un papel diferente al de Hermione Granger en la saga Harry Potter. No mentiré al decir que ese flechazo trailerístico fue una de las razones principales por las que quería ver esta película. La descargué hace ya varias semanas, pero por unas cosas o por otras, no encontré el momento de verla hasta ahora.
No es una de esas películas chorras del los años del instituto tipo Disney Channel, que además son todas iguales. Ésta, por lo menos, tiene un guión currado, transmite valores sin exceso de moralina, y no es, en absoluto, previsible (a menos que hayas leído el libro, supongo).
Un chaval, totalmente inadaptado al principio de la película que encuentra amigos que le hacen quererse a sí mismo. Lo de siempre, ¿no? Por lo menos, en esta película se adentra, muy poco a poco, en las razones por las que este chaval es inadaptado, algo que no entendemos del todo hasta cerca del final. Una "vida interior" muy compleja que le dificulta relacionarse con los demás.
Quizá se les fue un poco la olla en los flashbacks que aparecen a lo largo de la película en varias pinceladas (de hecho, cerca del final es un pelín paranoia).